viernes, 28 de diciembre de 2012

El gobierno británico desclasifica documentos sobre el conflicto con Argentina por la soberanía de las islas Malvinas.


En 1982, Thatcher sorprendida por la invasión de las Malvinas.

Documentos hasta ahora clasificados sobre el primer mandato de la ex primer ministro británica están en lo sucesivo disponibles para el público. Cuentan los tras bastidores de su política y de su acción diplomática.

Es bien conocido, las pequeñas anécdotas forman la gran historia. El viernes, los británicos pudieron acceder a cientos de archivos nacionales que revelan los tras bastidores de las decisiones políticas de la “Dama de hierro” en 1982. Otra cara del personaje está descripta allí, su determinación o sus momentos de dudas en el conflicto de Malvinas, o incluso sus relaciones a veces tensas con otros jefes de estado.

La invasión de las Malvinas, “el peor día de mi vida”

En 1982, la junta militar argentina invade [recupera] las islas Malvinas, situadas al sudeste de este país de América latina y provoca una guerra de 74 días con el Reino Unido. Los archivos nacionales revelan que el primer día de la invasión [recuperación] fue “el peor día de su vida”, para Margaret Thatcher. “Esa noche, nadie pudo decirme si podríamos recuperar las Malvinas. Nadie. No sabíamos. No sabíamos”, repite una y otra vez a una comisión de investigación británica, cuatro meses después del conflicto.
La ex primer ministro ha sido sorprendida por la invasión: “Era algo muy estúpido de hacer”, declara. Los archivos revelan que estuvo "aterrorizada" con la idea de enviar una fuerza marítima para recuperar este territorio colonial. La pérdida de esta guerra habría sido, según Margaret Thatcher, “la humillación más grande para Gran Bretaña”.
Ella hasta contempló momentáneamente una solución pacífica al conflicto. Según los archivos, ella estaba dispuesta a abandonar la soberanía británica en estas islas, si los isleños lo deseaban.
Sobre su voluntad de evitar pérdidas humanas en un conflicto armado, los archivos nacionales revelan el contenido de un telegrama escrito por Thatcher y que debía serle enviado al líder argentino Leopoldo Galtieri: “Con su experiencia militar, usted no tenga ninguna duda en cuanto a la salida del conflicto. Dentro de unos días, la bandera británica ondeará nuevamente en Puerto Stanley. Dentro de unos días tanto sus ojos como los míos van a leer las listas de las víctimas. Por mi parte, el duelo será atemperado por el conocimiento de que estos hombres murieron por la libertad, la justicia y la primacía del derecho. ¿Y de su parte? Sólo usted puede responder esta pregunta”.

Relaciones diplomáticas frías con Mitterrand.

Los documentos desclasificados revelan también las relaciones a veces tensas entre la ex primer ministro británica y el presidente francés de la época, François Mitterrand.
Durante la guerra de Malvinas, Francia tenía previsto vender misiles a Perú. Margaret Thatcher hizo todo para impedir esta venta, por temor a que estos misiles luego sean entregados a Argentina y utilizados contra Gran Bretaña. Thatcher declaraba en un telegrama que todo su gabinete “estaba consternado” por el proyecto de Francia.
La antigua dirigente conservadora previno al presidente francés en un telegrama. Esta entrega “tendría un efecto devastador sobre las relaciones entre nuestros dos países”, escribe. Ella precisa por otra parte que tal perspectiva tendría “un efecto desastroso sobre la Alianza atlántica (OTAN) en su conjunto. Es lo último que cualquiera de nosotros desea”. Una advertencia que anuló la entrega prevista de los misiles.

Una situación “renga” en Gibraltar.

Los archivos también revelan que durante el conflicto de Malvinas, Thatcher se inquietaba por posibles incursiones militares de España en Gibraltar. Una probabilidad débil pero contemplada por su gabinete. “Comprendo que el primer ministro haya expresado su preocupación respecto a las repercusiones de la crisis de las islas Malvinas sobre Gibraltar”, escribe en la época uno de sus secretarios particulares, antes de precisar que evidentemente es poco probable que el gobierno español intente cualquier maniobra.
Ante la duda, finalmente dos aviones son enviados al sitio para completar la guarnición ya presente.

Jimmy Savile, un hombre cercano al gobierno.

El ex animador pedófilo de la BBC, Jimmy Savile, tenía buenas relaciones con varios miembros del gobierno conservador, así como con Thatcher. En aquella época, la primer ministro no sospechaba de las agresiones sexuales que Jimmy Savile cometía sobre niños. En los años 80, el animador es invitado a desayunar por la primer ministro en persona, a su casa de campo, para que le hable de reducciones fiscales con el fin de ayudarle a desarrollar sus obras de caridad.
Ciertas cartas de Margaret Thatcher enviadas al presentador comienzan con "Querido Jimmy". Los archivos también tienen en cuenta las notas escritas por Savile a Thatcher en las cuales él explica que “sus seguidoras fingen estar locamente celosas” del tiempo que pasó desayunando con la primer ministro.

Encontrar a su hijo perdido en el Sahara.

Según los archivos nacionales, "Maggie" tiene que pagar personalmente una factura por un importe de 1.789 libras al Ministerio de Asuntos Exteriores, por encontrar a su hijo perdido en el Sahara durante seis días, mientras que participaba en el rally París-Dakar. Hicieron falta cuatro aviones argelinos, un helicóptero y tres aviones franceses para encontrar a su hijo. El costo de la operación, estimado en 2.359 libras, fue fuertemente reducido por el motivo de que esta operación de salvamento podía emparentarse con alguna actividad oficial diplomática o consular. La desaparición momentánea de Mark Thatcher había dado lugar a mensajes de apoyo por parte de François Mitterrand, de Indira Gandhi e incluso de Ronald Reagan quien le escribe: “Nuestros corazones están con usted”, y Thatcher le responde: “Gracias por haber llamado Ron. Saludos a Nancy”.

Fuente: Le Figaro por Sarah Pinard publicado el 28/12/2012 [Entre corchetes es mío]



En 1982, Thatcher stupéfaite de l'invasion des Malouines.

Des documents jusqu'ici classés sur le premier mandat de l'ancien premier ministre britannique sont désormais disponibles au public. Ils racontent les coulisses de sa politique et de son action diplomatique.

C'est bien connu, les petites anecdotes forment la grande histoire. Vendredi, les Britanniques ont pu accéder à des centaines d'archives nationales qui révèlent les coulisses des décisions politiques de la «Dame de fer» en 1982. Un autre visage du personnage y est peint, sa détermination ou ses moments de doutes dans le conflit des Malouines, ou encore ses relations parfois tendues avec d'autres chefs d'état.

L'invasion des Malouines, «le pire jour de ma vie»

En 1982, la junte militaire argentine envahit les îles Malouines, situées au sud est de ce pays d'Amérique latine et provoque une guerre de 74 jours avec le Royaume-Uni. Les archives nationales révèlent que le premier jour de l'invasion a été «le pire jour de sa vie», pour Margaret Thatcher. «Cette nuit-là, personne n'a pu me dire si nous pourrions reprendre les Malouines. Personne. On ne savait pas. On ne savait pas», répète-elle à une commission d'enquête britannique, quatre mois après le conflit.
L'ancien premier ministre a été surpris par l'invasion: «C'était une chose tellement stupide à faire», déclare-elle. Les archives révèlent qu'elle était «terrifiée» à l'idée d'envoyer une force maritime pour récupérer ce territoire colonial. La perte de cette guerre aurait été, selon Margaret Thatcher, «la plus grande humiliation pour la Grande-Bretagne». Elle a même envisagé momentanément une solution pacifique au conflit.
D'après les archives, elle était prête à abandonner la souveraineté britannique sur ces îles, si les insulaires le souhaitaient.
Sur sa volonté d'éviter des pertes humaines dans un conflit armé, les archives nationales révèlent le contenu d'un télégramme écrit par Thatcher et qui devait être envoyé au leader argentin Leopoldo Galtieri: «Avec votre expérience militaire, vous n'avez aucun doute quant à l'issue du conflit. Dans quelques jours, le drapeau britannique volera de nouveau à Port Stanley. Dans quelques jours aussi vos yeux et les miens vont lire les listes des victimes. De mon côté, le deuil sera tempéré par la connaissance que ces hommes sont morts pour la liberté, la justice et la primauté du droit. Et de votre côté? Vous seul pouvez répondre à cette question».

Des relations diplomatiques froides avec Mitterrand

Les documents déclassifiés révèlent aussi les relations parfois tendues entre l'ancien premier ministre britannique et le président français de l'époque François Mitterrand.
Durant la guerre des Malouines, la France envisageait de vendre des missiles au Pérou. Margaret Thatcher a tout fait pour empêcher cette vente, de peur que ces missiles ne soient ensuite donnés à l'Argentine et utilisés contre la Grande-Bretagne. Thatcher déclarait dans un télégramme que l'ensemble de son cabinet «était consterné» par le projet de la France.
L'ancienne dirigeante conservatrice a prévenu le président français dans un télégramme. Cette livraison «aurait un effet dévastateur sur les relations entre nos deux pays», écrit-elle. Elle précise par ailleurs qu'une telle perspective aurait «un effet désastreux sur l'Alliance (l'OTAN, ndlr) dans son ensemble. C'est la dernière chose que l'un de nous souhaite». Une mise en garde qui a annulé la livraison prévue des missiles.

Une situation bancale à Gibraltar

Les archives révèlent également que durant le conflit des Malouines, Thatcher s'inquiétait de possibles incursions militaires de l'Espagne à Gibraltar. Une probabilité faible mais envisagée par son cabinet. «Je comprends que le premier ministre ait exprimé sa préoccupation au sujet des répercussions de la crise des îles Malouines sur Gibraltar», écrit à l'époque l'un de ses secrétaires particuliers, avant de préciser qu'il apparaît peu probable que le gouvernement espagnol tente de quelconques manœuvres.
Dans le doute, deux avions ont finalement été envoyés sur place pour compléter la garnison déjà présente.

Jimmy Savile, un proche du gouvernement

L'ancien animateur pédophile de la BBC, Jimmy Savile, nouait de bonnes relations avec plusieurs membres du gouvernement conservateur, ainsi qu'avec Thatcher. A cette époque, le premier ministre ne se doute pas des agressions sexuelles que Jimmy Savile commettait sur des petites filles. Dans les années 80, l'animateur est invité à déjeuner par le premier ministre en personne, dans sa maison de campagne, pour qu'il lui parle d'allègements fiscaux afin de l'aider à développer ses œuvres de charité.
Certaines lettres de Margaret Thatcher adressées au présentateur commencent par «Cher Jimmy». Les archives font également état des notes écrites par Savile à Thatcher dans lesquelles il explique que «ses patientes font semblant d'être follement jalouses» du temps qu'il a passé à déjeuner avec le premier ministre.

Retrouver son fils perdu au Sahara

Selon les archives nationales, «Maggie» a du payer personnellement une facture d'un montant de 1789 livres au ministère des Affaires étrangères, pour retrouver son fils perdu dans le Sahara durant six jours, pendant qu'il participait au rallye Paris-Dakar. Il a fallu quatre avions algériens, un hélicoptère et trois avions français pour retrouver son fils. Le coût de l'opération, estimé à 2359 livres, a été fortement réduit au motif que cette opération de sauvetage pouvait s'apparenter à une activité diplomatique ou consulaire officielle.
La disparition momentanée de Mark Thatcher avait donné lieu à des messages de soutien de la part de François Mitterrand, Indira Gandhi ou encore Ronald Reagan qui lui écrit: «Nos cœurs sont avec vous», et Thatcher de lui répondre: «Merci d'avoir téléphoné Ron. Mes amitiés à Nancy».

Le Figaro par Sarah Pinard publié le 28/12/2012