martes, 18 de julio de 2017

Brexit: los detalles del acuerdo de divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea se discuten en Bruselas


Brexit: nuevo ciclo de negociaciones en Bruselas

Londres deberá “saldar sus cuentas” antes del divorcio. Propone un acuerdo de asociación.

Bruselas continúa con su presión sobre Londres antes de la reanudación de las negociaciones sobre el Brexit, este lunes 17 de julio. El negociador europeo Michel Barnier advirtió a los británicos que el tiempo corre para solucionar el contencioso sobre la factura del divorcio, juzgada “excesiva” por el Reino Unido. Ninguna cifra oficial concerniente al arreglo financiero de los compromisos de Londres hacia la Unión Europea se hicieron públicos, pero Bruselas lo evalúa oficiosamente entre 60 y 100 mil millones de euros. La Oficina de responsabilidad presupuestaria (organismo encargado de vigilar las cuentas en el Reino Unido) estimó que la “factura no debería tener un gran impacto sobre las finanzas públicas”.
El acuerdo financiero es uno de los tres puntos indisociables, junto con el derecho de los ciudadanos expatriados y la frontera irlandesa, que deben ser arreglados antes de las próximas negociaciones. La cuestión de la adhesión del Reino Unido a Euratom, la comunidad europea de la energía nuclear, así como los procedimientos judiciales en curso a la fecha del retiro, estarán también en el programa de las discusiones.
El referente del Brexit en el seno del Parlamento europeo, el eurodiputado belga Guy Verhofstadt, aseguró que “el Reino Unido no podía seguir siendo miembro del Euratom sin ser parte de la UE. Pero sugirió un acuerdo de asociación para permitir la continuidad de la cooperación en materia nuclear”. Para poner fin a la supremacía del derecho europeo, el gobierno británico publicó un proyecto de ley. Este texto tiende a derogar, el “día de la salida” de la Unión Europea, el ’European Communities Act” de 1972 que había incorporado los tratados comunitarios en el derecho nacional británico. Debe también permitir trasladar tal como están o enmendadas una gran parte de las leyes europeas al derecho británico. Una tarea difícil por las diferentes posiciones existentes. Concretamente, el texto está destinado a permitir al Reino Unido continuar funcionando normalmente después del Brexit.
El texto deberá ser puesto a votación en el otoño y corre el riesgo de ser objeto de largos debates. La oposición laborista ya previno que no lo votaría tal como está. Pidió al gobierno garantías sobre la protección de los derechos de los trabajadores, así como la incorporación de la Carta de derechos fundamentales de la UE, ausente del proyecto de ley. El Laborismo también advirtió contra una utilización extensiva de los “Poderes de Enrique VIII”. Una disposición que permite al gobierno modificar una ley eximiéndola del pleno control del Parlamento. Los jefes de gobierno de Escocia y de Gales, Nicola Sturgeon y Carwyn Jones, también amenazaron con bloquear el texto. Según ellos, constituye “un ataque contra los principios fundadores de la descentralización y podría desestabilizar sus economías”.

Fuente: L’Économiste por Fatim-Zahra Tohry 17/07/2017



Brexit: nouveau cycle de négociations à Bruxelles

Londres devra «solder ses comptes» avant le divorce. Elle propose un accord d’association.

Bruxelles poursuit sa pression sur Londres avant la reprise des négociations sur le Brexit, ce lundi 17 juillet. Le négociateur européen Michel Barnier a averti les Britanniques que le temps était compté pour régler le contentieux sur la facture du divorce, jugée «excessive» outre-Manche. Aucun chiffre officiel concernant le règlement financier des engagements de Londres envers l’Union européenne n’a été rendu public mais Bruxelles l’évalue officieusement à entre 60 et 100 milliards d’euros. L’Office de responsabilité budgétaire (organisme chargé de surveiller les comptes au Royaume-Uni) a estimé que la «facture ne devrait pas avoir d’impact majeur sur les finances publiques».
L’accord financier est l’un des trois points indissociables, avec le droit des citoyens expatriés et la frontière irlandaise, qui doivent être réglés avant les prochaines négociations. La question de l’adhésion du Royaume-Uni à Euratom, la communauté européenne de l’énergie nucléaire, ainsi que celle des procédures judiciaires en cours à la date du retrait, seront aussi au programme des discussions.
Le référent Brexit au sein du Parlement européen, l’eurodéputé belge Guy Verhofstadt, a assuré que «le Royaume-Uni ne pouvait pas rester membre d’Euratom sans faire partie de l’UE. Mais il a suggéré un accord d’association pour permettre la poursuite de la coopération en matière nucléaire». Pour mettre fin à la suprématie du droit européen, le gouvernement britannique a publié un projet de loi. Ce texte vise à abroger, au «jour de la sortie» de l’Union européenne, «l’European Communities Act» de 1972 qui avait incorporé les traités communautaires dans le droit national britannique. Il doit également permettre de transposer telles quelles ou amendées une grande partie des lois européennes dans le droit britannique. Une tâche pas facile étant donné les différentes dispositions existantes. Concrètement, il est destiné à permettre au Royaume-Uni de continuer à fonctionner normalement après le Brexit.
Le texte devrait être soumis au vote à l’automne et risque de faire l’objet de longs débats. L’opposition travailliste a déjà prévenu qu’elle ne le voterait pas en l’état. Elle a demandé au gouvernement des garanties sur la protection des droits des travailleurs, ainsi que l’incorporation de la Charte des droits fondamentaux de l’UE, absente du projet de loi. Le Labour a également mis en garde contre une utilisation extensive des «Pouvoirs d’Henry VIII». Une disposition qui permet au gouvernement de modifier une loi en s’exonérant du plein contrôle du Parlement. Les chefs des gouvernements en Ecosse et au Pays de Galles, Nicola Sturgeon et Carwyn Jones, ont également menacé de bloquer le texte. Selon eux, il constitue «une attaque contre les principes fondateurs de la décentralisation et pourrait déstabiliser leurs économies».

L’Économiste par Fatim-Zahra Tohry 17/07/2017