Siria: más de 30 países invitados a la conferencia de paz en
Suiza.
Más de 30 países, entre ellos Arabia Saudita, principal apoyo
de los rebeldes, e Irán, aliado del régimen, figuran entre los invitados a la
conferencia sobre Siria prevista para el 22 de enero en Suiza, según
diplomáticos implicados en los preparativos.
Bautizada Ginebra-2 y prevista inicialmente en esta ciudad,
la conferencia se realizará finalmente en Montreux, sobre el lago Léman.
“No fue posible organizarlo en Ginebra porque se lleva a
cabo al mismo tiempo el Salón internacional de la alta relojería, y todos los
hoteles están llenos”, explicó a la
AFP un diplomático occidental.
La conferencia, que será presidida por el secretario general
de la ONU Ban
Ki-moon, debería abrirse el 22 con un almuerzo y durar 24 horas.
“Por ahora, hay 32 países invitados pero aún puede incrementarse
porque todo el mundo quiere venir. Además de los cinco miembros permanentes del
Consejo de Seguridad, habrá algunos países vecinos, Arabia Saudita e Irán pero
también Alemania, Italia y muchos otros”, indicó otro diplomático que sigue el
expediente.
El pedido de Bandar ben Sultan.
La mayoría de los países serán representados por su jefe de
la diplomacia y “cada ministro podrá intervenir durante 5 minutos”, precisó.
Después de la conferencia, una parte de los participantes se irá al Foro
económico mundial que se lleva a cabo del 22 al 25 de enero en Davos.
En cuanto a las delegaciones sirias, ellas irán 24 a Ginebra para negociar en
el Palacio de las Naciones bajo los auspicios del emisario internacional
Lakhdar Brahimi.
“Cada delegación estará compuesta de 9 miembros y el
régimen, como la oposición, debe darle su lista a la ONU el 27 de diciembre”,
afirmó el diplomático árabe.
Si el régimen, unido alrededor del presidente Bachar
al-Assad, deberá serenamente establecer su lista, la tarea será netamente más
difícil para la oposición que lucha por estrechar sus filas.
Según el diplomático árabe, el jefe del servicio de inteligencia
saudita, Bandar ben Sultan, prometió a principios de diciembre al presidente
ruso Vladimir Putin su apoyo a esta conferencia de paz, con la condición de que
sólo la Coalición
nacional, apoyada por Occidente y los países del Golfo, sea representada en la
delegación de la oposición.
Pero, otras diversas corrientes de la oposición del
interior, entre los que hay ciertos allegados de Rusia, desean participar.
“Putin se abstuvo de responder por ahora a la cuestión”, según este
diplomático.
La oposición quiere que la conferencia acabe con la partida
de Bachar al-Assad, lo que rechaza el régimen que quiere “negociaciones sin
condiciones previas”.
Todavía demasiados imponderables.
Sin embargo, “no hace falta gran cosa para encender un
polvorín”, explicó un diplomático europeo cercano a la ONU.
“Y para evitar desde el inicio un choque, la ONU va a delegar en los días
que preceden la conferencia a los emisarios para intentar explicarles a los
protagonistas las reglas de juego de las negociaciones”, explicó.
“Antes del inicio de la sesión inaugural, Ban Ki-Moon les
pedirá a los padrinos del régimen y de la oposición calmar los ánimos”.
El diplomático no obstante se muestra escéptico en cuanto al
desarrollo de la conferencia considerando que “hay todavía demasiados
imponderables”.
Al aproximarse la fecha anunciada para la conferencia, el
régimen, apoyado por los milicianos del Hezbollah libanés y de los combatientes
chiítas iraquíes va viento en popa mientras que la rebelión está cada vez más
dividida.
Según el Observatorio sirio de derechos humanos (OSDH), que cuenta
con una vasta red de militantes y de fuentes médicas, el régimen controla la casi
totalidad de la región de Qalamun, sobre todo después de haber recuperado las
localidades situadas a lo largo de la ruta Damasco-Homs, que se prepara a
reabrir.
El control de Qalamun, en la frontera con el Líbano,
permitiría al régimen asegurar una continuidad territorial entre las provincias
de Damasco y de Homs.
Además, si el régimen consigue tomar la localidad de Mleiha,
es toda la Ghouta
oriental, una región arborícola al este de Damasco, que caerá. Con Qalamun en
el norte y Ghouta al este, cercará Douma, principal bastión rebelde cercano a
la capital.
La rebelión está más dividida que nunca, principalmente
entre el Ejército sirio libre (ESL), en plena pérdida de velocidad, el Frente
islámico recientemente creado y los jihadistas del Frente al-Nosra y del Estado
islámico de Irak y del Levante (EIIL).
Fuente: Libération y AFP 12 de diciembre de 2013
Syrie: plus de 30 pays invités à la conférence de paix en Suisse.
Plus de 30 pays, dont l’Arabie saoudite, principal soutien
des rebelles, et l’Iran, allié du régime, figurent parmi les invités à la
conférence sur la Syrie
prévue le 22 janvier en Suisse, selon des diplomates impliqués dans les
préparatifs.
Baptisée Genève-2 et prévue initialement dans cette ville,
la conférence se tiendra finalement à Montreux, sur le lac Léman.
«Il n’a pas été possible de l’organiser à Genève car se
tient au même moment le Salon international de la haute horlogerie, et tous les
hôtels sont pleins», a expliqué à l’AFP un diplomate occidental.
La conférence, qui sera présidée par le secrétaire général
de l’ONU Ban Ki-moon, devrait s’ouvrir le 22 par un déjeuner et durer 24
heures.
«Pour le moment, il y a 32 pays invités mais cela peut
encore augmenter car tout le monde veut venir. Outre les cinq membres
permanents du Conseil de sécurité, il y aura les pays voisins, l’Arabie
saoudite et l’Iran mais aussi l’Allemagne, l’Italie et bien d’autres», a
indiqué un autre diplomate qui suit le dossier.
La demande de Bandar ben Sultan
La plupart des pays seront représentés par leur chef de la
diplomatie et «chaque ministre pourra intervenir durant 5 minutes», a-t-il
précisé. Après la conférence, une partie des participants se rendra au Forum économique
mondial qui se tient du 22 au 25 janvier à Davos.
Quant aux délégations syriennes, elles iront le 24 à Genève
pour négocier au Palais des Nations sous les auspices de l’émissaire
international Lakhdar Brahimi.
«Chaque délégation sera composée de 9 membres et le régime,
comme l’opposition, doit donner sa liste à l’ONU le 27 décembre», a affirmé le
diplomate arabe.
Si le régime, soudé autour du président Bachar al-Assad,
devrait sereinement établir sa liste, la tâche sera nettement plus difficile pour
l’opposition qui peine à unir ses rangs.
Selon le diplomate arabe, le chef des services de
renseignement saoudien, Bandar ben Sultan, a promis début décembre au président
russe Vladimir Poutine son appui à cette conférence de paix, à condition que
seule la Coalition
nationale, soutenue par l’Occident et les pays du Golfe, soit représentée dans
la délégation de l’opposition.
Or, divers
autres courants de l’opposition de l’intérieur, dont certains proches de la Russie , ont souhaité
participer. «Poutine s’est abstenu de répondre pour le moment à la
requête», selon ce diplomate.
L’opposition veut que la conférence aboutisse au départ de
Bachar al-Assad, ce que refuse le régime qui veut des «négociations sans
conditions préalables».
Encore trop d’impondérables
En tout cas, «il ne faut pas grand-chose pour mettre le feu
aux poudres», a expliqué un diplomate européen auprès de l’ONU.
«Et pour éviter dès le début un clash, l’ONU va déléguer
dans les jours précédant la conférence des émissaires pour tenter d’expliquer
aux protagonistes les règles du jeu des négociations», a-t-il expliqué.
«Juste avant le début de la séance inaugurale, Ban Ki-moon
demandera aux parrains du régime et de l’opposition de calmer les ardeurs».
Le diplomate se montre toutefois sceptique quant à la tenue
de la conférence estimant qu'«il y a encore trop d’impondérables».
A l’approche de la date annoncée pour la conférence, le
régime, appuyé par les miliciens du Hezbollah libanais et des combattants
chiites irakiens a le vent en poupe alors que la rébellion est de plus en plus
divisée.
Selon l’Observatoire syrien des droits de l’Homme (OSDH),
qui bénéficie d’un vaste réseau de militants et de sources médicales, le régime
contrôle désormais la quasi-totalité de la région de Qalamoun, surtout après
avoir repris les localités situées le long de la route Damas-Homs, qu’il se
prépare à rouvrir.
Le contrôle de Qalamoun, à la lisière du Liban, permettrait
au régime de s’assurer une continuité territoriale entre les provinces de Damas
et de Homs.
En outre, si le régime réussit à prendre la localité de
Mleiha, c’est toute la Ghouta
orientale, une région arboricole à l’est de Damas, qui tombera. Avec Qalamoun
au nord et la Ghouta
à l’est, il encerclera Douma, principal bastion rebelle proche de la capitale.
La rébellion est elle plus que jamais morcelée, notamment
entre l’Armée syrienne libre (ASL), en totale perte de vitesse, le Front
islamique nouvellement créé et les jihadistes du Front al-Nosra et de l’Etat
islamique d’Irak et du Levant (EIIL).
Libération et AFP 12 décembre 2013