jueves, 28 de marzo de 2013

La muerte de líderes campesinos en Colombia es el resultado de décadas de enfrentamientos entre diversos grupos armados.


La ONU denuncia el asesinato de dos líderes campesinos en Colombia.

El representante del Alto Comisariado de la ONU para los derechos humanos en Colombia, Todd Howland, denunció fuertemente, el martes 26 de marzo, los recientes asesinatos de dos líderes campesinos, pidiéndole a las autoridades locales asegurar mejor su protección. El año pasado, señaló, “el 97 % de los defensores de derechos humanos (asesinados) eran originarios de las zonas rurales”, es decir, 37 personas entre enero y septiembre de 2012.
El cuerpo de Ermes Vidal, que militaba por la restitución de las tierras a los campesinos desplazados por el conflicto, fue encontrado el sábado 23 de marzo en la región de Córdoba (norte). El hombre había recibido amenazas de muerte.
El lunes 25, otro dirigente, Gustavo Pizo, presidente de la Asociación de los campesinos de Totoro, en la provincia de Cuaca (sudoeste), también fue asesinado. Él pertenecía a la Marcha Patriótica, una organización de izquierda defensora de la creación de reservas campesinas (comunidades autónomas sobre el modelo de las reservas indígenas). La reivindicación es también llevada por la guerrilla marxista de las FARC (Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia), que actualmente está en negociaciones de paz con el gobierno.
Cerca de 3,7 millones de campesinos han sido desplazados de sus tierras en el curso del conflicto que enfrentó durante años a guerrillas comunistas y grupos paramilitares de extrema derecha. Oficialmente desmovilizados desde el 2006, estos últimos cuentan en lo sucesivo con numerosos miembros en las bandas criminales.
Hace dos años, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos adoptó una ley que preveía restituir a los pequeños campesinos dos millones de hectáreas ganadas y cuatro millones de hectáreas en estado de abandono.

Fuente: Le Monde con AFP 28.03.2013



L'ONU dénonce l'assassinat de deux leaders paysans en Colombie.

Le représentant du Haut Commissariat de l'ONU pour les droits de l'homme en Colombie, Todd Howland, a vivement dénoncé, mardi 26 mars, les assassinats récents de deux leaders paysans, appelant les autorités locales à mieux assurer leur protection. L'an dernier, a-t-il souligné, "97% des défenseurs des droits de l'homme (tués) étaient originaires des zones rurales", soit 37 personnes entre janvier et septembre 2012.
Le corps d'Ermes Vidal, qui militait pour la restitution des terres aux paysans déplacés par le conflit, a été retrouvé samedi 23 mars dans la région de Cordoba (nord). L'homme avait reçu des menaces de mort.
Lundi 25, un autre dirigeant, Gustavo Pizo, président de l'Association des paysans de Totoro, dans la province du Cuaca (sud-ouest), a également été assassiné. Il appartenait à la Marche Patriotique, une organisation de gauche défendant la création de réserves paysannes (des communautés autonomes sur le modèle des réserves indigènes). La revendication est également portée par la guérilla marxiste des FARC (Forces armées révolutionnaires de Colombie), qui mène actuellement des négociations de paix avec le gouvernement.
Environ 3,7 millions de paysans ont été chassés de leurs terres au cours du conflit qui a opposé pendant des années guérillas communistes et groupes paramilitaires d'extrême droite. Officiellement démobilisés depuis 2006, ces derniers comptent désormais de nombreux membres dans les bandes criminelles.
Il y a deux ans, le gouvernement du président Juan Manuel Santos a adopté une loi prévoyant de restituer aux petits paysans deux millions d'hectares saisis et quatre millions d'hectares laissés à l'abandon.

Le Monde avec AFP 28.03.2013