miércoles, 11 de agosto de 2010

La lucha contra el terrorismo y las relaciones entre Madrid y Rabat.

La frustración de Marruecos con España deriva en una disputa.

Las tensiones entre Marruecos y España por inmigración y territorios han generado una disputa que ha tensado lazos que son cruciales para los esfuerzos europeos de hacer frente al terrorismo y la inmigración ilegal.
Desde mediados de julio, el Gobierno marroquí ha emitido cinco comunicados atacando lo que dice fueron abusos contra marroquíes en Melilla, uno de los dos enclaves norteafricanos de España, y acusado a Madrid de abandonar a inmigrantes africanos en el Mediterráneo.
Ambos asuntos han sido desde hace tiempo temas delicados, pero el tono ha alcanzado una nueva intensidad en esta ocasión.
El último comunicado marroquí acusa a la policía española de racismo y dice que Rabat está sorprendido de que Madrid no haya respondido a sus quejas.
"Cuando todo esto ocurre entre dos países vecinos ligados por un tratado de amistad, eso significa que la situación está alcanzando el nivel de una nueva crisis", dijo Taufik Buachrine, director del periódico marroquí en lengua árabe Ajbar al Yum.
Fuentes oficiales y analistas dijeron que la razón del enfado de Marruecos podría ser la frustración por una serie de supuestos desaires de España por varios temas y un sentimiento de que Madrid no está mostrando suficiente respeto por el punto de vista de Marruecos.
Hay que remontarse a 2002 para encontrar un momento delicado entre ambos países, que se enfrentaron por la isla mediterránea de Perejil que ambos reclaman como suya.
Desde entonces, las relaciones se han caldeado, y España y otros países han alabado a Rabat por combatir el integrismo islamista, luchar contra el narcotráfico de hachís y dar pasos para recortar la llegada de inmigrantes ilegales a España.

Acusaciones de racismo.

Dos incidentes parecen haber alimentado el malestar marroquí.
El primero fue la afirmación de que 17 marroquíes habían sido golpeados durante tres semanas por policías españoles en Melilla, un territorio español que Rabat reclama como suyo.
El segundo se produjo cuando Marruecos alegó que la policía española había abandonado a ocho inmigrantes subsaharianos enfermos en la costa marroquí tras interceptarlos intentando entrar en España.
"El reino de Marruecos está sorprendido por que no haya habido una respuesta oficial por parte de las autoridades españolas hasta ahora por los casos de trasfondo racista de la policía española", dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado el lunes.
La retórica de Marruecos dejó a muchos observadores confundidos ya que este tipo de afirmaciones no han provocado anteriormente una respuesta airada.
"Nadie en Madrid entiende la causa real de la crisis más reciente", dijo Ignacio Cembrero, periodista del diario El País y especialista en relaciones entre España y Marruecos.
Responsables oficiales marroquíes dijeron en privado que Rabat estaba molesto por lo que dijo era la expansión de las actividades de espionaje de España en el norte del país y por la carencia de entusiasmo de Madrid hacia el embajador marroquí en España, de reciente designación.
También citaron los vuelos de helicópteros militares españoles en la costa norte durante las visitas que hizo allí en junio y julio el rey Mohamed.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió el martes "clarificación, diálogo e información" sobre las acciones de la policía española, informó la agencia Efe.
Sin embargo, Mohamed Larbi Mesari, ex ministro marroquí considerado especialista en las relaciones entre ambos países, dijo que Madrid había sido demasiado lento a la hora de responder.
"Los últimos comunicados (de Rabat) reflejaron la frustración de Marruecos ante la falta de respuesta de Madrid", dijo.

Fuente: Reuters 11 de agosto de 2010.