Las páginas web extremistas crecen y son difíciles de regular.
Las autoridades occidentales señalan que el número de páginas web de extremistas se está disparando, pero tomar medidas para retirarlas sigue siendo difícil, y la responsable de la unidad especialista de la policía británica señaló que se necesita tanto el compromiso de los internautas como las fuerzas de la ley.
En los últimos años, políticos y agencias policiales globales han expresado su creciente temor a que grupos armados utilicen la Red para radicalizar y reclutar gente para su causa.
Tanto el fallido intento de atentado en un avión comercial estadounidense que se produjo el día de Navidad de 2009, como el caso del mayor del ejército que disparó a 13 personas el año pasado en el Fort Hood de Texas, han sido relacionados con un clérigo musulmán nacido en Estados Unidos que utiliza Internet para distribuir sus opiniones en favor de al Qaeda.
"Nos exponemos a una carrera de armas tecnológicas con los terroristas", indicó en julio la ministra británica de Seguridad, Pauline Neville-Jones.
La semana pasada, el secretario general de información de la agencia policial Interpol, Ronald Noble, dijo en una conferencia de altos cargos en París que el número de páginas extremistas se está "disparando", pasando de 12 en 1998 a 4.500 en 2006.
"La amenaza es global, es virtual y está en nuestros umbrales", dijo.
Reino Unido, que sufrió una cadena de atentados suicidas en Londres en julio de 2005, ha formado este año la Unidad de Referencia de Contra Terrorismo en Internet (CTIRU. en sus siglas en inglés), un proyecto piloto formado por siete personas y que depende del público o de otras agencias policiales, que le denuncian las páginas web que les preocupan.
Éstas son evaluadas y, en caso de necesidad, pueden tomarse medidas según las leyes de terrorismo para obligar a las páginas a que retiren material o se inician procesos legales contra sus responsables.
Entorno hostil.
El objetivo del grupo es "intentar hacer de Internet (...) un entorno más hostil para las operaciones de terroristas y extremistas violentos", dijo a Reuters la responsable del CTIRU, la inspectora jefe Jayne Snelgrove, en su primera entrevista desde la creación de la unidad.
Sin embargo, la detective señaló que hay distancia entre lo que la gente encuentra ofensivo y lo que es criminal.
"La mayoría de las páginas que vemos es en realidad moderada, o ciertamente no viola la ley británica. Ni siquiera las páginas muy extremas infringen la legislación británica", aseguró.
Snelgrove no ofreció cifras detalladas sobre el número de denuncias que reciben, o cuántas páginas se han cerrado, señalando que la unidad está dando sus primeros pasos.
"Tenemos varias investigaciones en marcha, pero es demasiado pronto para empezar a dar detalles", dijo. "No se trata sólo de retirar (las páginas) y procesarlas, también se trata de entender lo que hay ahí fuera. No estamos regulando Internet", afirmó.
La mayoría de las páginas que se les denuncian están relacionadas con la radicalización, con un grupo más pequeño cubriendo asuntos prácticos como la forma de construir una bomba o un chaleco explosivo
Entre las denunciadas hay páginas relacionadas con grupos armados disidentes irlandeses, aunque Snelgrove no pudo decir si estos grupos republicanos están reclutando de forma activa en Internet.
La responsable aseguró que no están censurando la Red. De hecho, señaló que en caso de páginas que no violan la ley de forma flagrante, preferiría el uso de "mensajes contrarios" o la participación de individuos moderados en Internet, en lugar de depender de medidas de las autoridades.
"Personalmente creo que si hay una discusión en marcha, ya sea sobre política exterior o asuntos sobre la legislación o la policía británica, que nos impliquemos en ese debate y tengamos una conversación, en lugar de intentar retirar contenido", afirmó.
Fuente: Reuters 04.10.2010