La OTAN lanza una gran ofensiva contra el mayor bastión de los talibanes.
Tropas estadounidenses y afganas iniciaron ayer la operación Golpe de Dragón, destinada a expulsar a los talibanes de Kandahar, su principal bastión, según indicaron fuentes militares. El objetivo inmediato de la operación es expulsar a los integristas de tres distritos en el oeste y sur de la ciudad afgana, según informó el general Joseph Blotz, portavoz de la OTAN en Kabul. "Esperamos una lucha dura", indicó Blotz. El objetivo, dijo, "es destruir las posiciones de combate de los talibanes", de tal forma que "no tengan dónde esconderse".
Estados Unidos había previsto iniciar en junio una gran ofensiva militar en Kandahar. Pero tras los problemas que se encontraron en febrero para tomar la ciudad de Marjah, mucho más pequeña, la ofensiva se postergó con el fin de buscar la alianza entre civiles y militares. Para la Administración de Barack Obama hacerse con el control de la provincia de Kandahar resulta crucial en sus planes para la estabilización del país.
El general Blotz indicó que en realidad el Golpe de Dragón comenzó hace cinco o seis días en los distritos de Arghandab, Zhari y Panjwye. No quiso ofrecer muchos detalles sobre la nueva operación, pero indicó que participan un gran número de soldados con apoyo aéreo, y que por primera vez en una operación de envergadura ha habido mayor despliegue de fuerzas afganas que de la coalición.
"Las fuerzas afganas y de la coalición están golpeando con insistencia a los insurgentes en su retaguardia y eso impide que tengan tiempo para reagruparse", declaró el coronel Rafael Torres, director del Centro Conjunto de Operaciones de la ISAF.
El número de soldados estadounidenses en Afganistán alcanzó su punto máximo a principios de este mes, cuando llegó el refuerzo de 30.000 militares ordenado por Obama, lo que sitúa la cifra total en 100.000 soldados estadounidenses, a los que hay que sumar otros 50.000 provenientes de otros países miembros de la Alianza Atlántica. Al menos 30.000 de esos soldados se encuentran destinados en Kandahar.
Las tropas estadounidenses han informado aquí y en otros distritos de un ritmo cada vez mayor de enfrentamientos con los insurgentes talibanes. Los militares también han señalado un incremento de los ataques con artefactos explosivos colocados en los caminos de la zona.
El 13 de febrero, 15.000 soldados afganos y extranjeros atacaron el municipio de Marjah. Diez días después, el gobernador de la provincia afgana de Helmand, Mohammed Gulab Mandal, izó la bandera afgana. El general Larry Nicholson calificó aquello como un "momento histórico". Sin embargo, cuatro meses después, el hostigamiento de los talibanes hacia las fuerzas afganas y de la OTAN continuaba en Marjah y sus alrededores.
Fuente: New York Times. Rod Nordland desde Arghandab 26.09.2010