Informes de campo del ejército de EEUU filtrados a la prensa desvelan la debilidad de Washington y el juego sucio en la guerra contra los talibanes.
La filtración de cerca de 90.000 folios de informes militares estadounidenses clasificados sobre la guerra de Afganistán ha revelado operaciones encubiertas, muertes de civiles de las que nunca se informó públicamente, la debilidad de la OTAN en la zona y la implicación de Afganistán en la resistencia talibán.
Los documentos fueron facilitados por la organización Wikileaks a The New York Times en Estados Unidos, The Guardian en Reino Unido, y Der Spiegel en Alemania, antes de colocarlos en su propia página de Internet.
Los informes, que abarcan de 2004 a 2010, demuestran que EE UU ha ocultado tanto pruebas de sus propias actuaciones fuera de la ley como del poderío militar acumulado por los talibanes y las sangrientas masacres que han protagonizado, matando hasta unos 2.000 civiles hasta la fecha.
Se trata de una compilación de informes de campo en Afganistán que apuntan, en una interpretación de los mismos ofrecida por The New York Times, a que los servicios de inteligencia paquistaníes ayudaron secretamente al movimiento talibán en Afganistán al mismo tiempo que Islamabad recibía más de mil millones de dólares anuales de Washington por su ayuda contra los insurgentes.
Según este diario, mucha de la información no es verificable, pero "numerosos informes se basan en fuentes que los militares consideran fiables". El paquete de información también incluye relatos de primera mano sobre la falta de voluntad paquistaní de hacer frente a los insurgentes que atacan cerca de los puestos fronterizos paquistaníes.
El periódico agrega que estos documentos apuntan que Pakistán "permite a representantes de sus servicios secretos reunirse directamente con los talibanes en sesiones secretas de estrategia para organizar redes de grupos militantes que combaten a los soldados de EEUU en Afganistán, e incluso traman planes para asesinar a líderes afganos".
Muertes de civiles.
La lectura que The Guardian ha hecho de la información le ha servido para llegar a la conclusión de Estados unidos cuenta con un grupo de élite que trabaja fuera de los mnárgenes de la ley, "una unidad secreta de fuerzas especiales traza a los líderes talibán para matarlos o capturarlos sin juicio".
El diario británico también se refiere a las cifras de civiles afganos muertos. Según The Guardian, los documentos admiten la muerte de numerosos civiles.
"Algunas de estas bajas se deben a los ataques aéreos que han suscitado protestas del Gobierno afgano en el pasado, pero un gran número de incidentes hasta ahora desconocidos parecen ser el resultado de soldados que abren fuego contra conductores desarmados o motociclistas para protegerse de terroristas suicidas", dice. El diario fija al menos en 195 los civiles muertos y 174 los heridos, pero estas cifras "es probable que estén subestimadas porque muchos incidentes en duda se omiten" de los informes de campo, agrega.
Además de los documentos filtrados, la organización se ha reservado otros 15.000 a petición de su fuente, aunque, asegura, los publicará posteriormente tras ocultar datos que puedan ser perjudiciales.
Reacción airada de la Casa Blanca.
La publicación de los documentos ha motivado una condena tajante de la Casa Blanca. En un comunicado, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general James Jones, indicó que las filtraciones "ponen en peligro las vidas de los estadounidenses y de nuestros socios".
Jones también subrayó que los documentos filtrados abarcan el periodo entre enero de 2004 y diciembre de 2009, la mayor parte durante el mandato del presidente George W. Bush.
El presidente de EEUU, Barack Obama, emitió en diciembre de 2009 su nueva estrategia para Afganistán, recuerda el general Jones, que apunta que el nuevo plan proporciona más recursos para la guerra y se centra más en hacer frente a los refugios de Al Qaeda y los talibanes en Pakistán "precisamente a causa de la grave situación que se había desarrollado en los años anteriores".
El alto funcionario subraya la "profunda alianza" entre EEUU y Pakistán y asegura que "la cooperación antiterrorista ha llevado a golpes significativos contra los líderes de Al Qaeda".
La publicación de los documentos se produce tras la detención del analista de inteligencia Bradley Manning, acusado este mes de la filtración de datos clasificados.
Manning fue detenido después de que un pirata informático, Adrian Lamo, denunciara que el analista había presumido de haber descargado 260.000 documentos clasificados y habérselos enviado a Wikileaks.
Fuente: Agencias / El País 26/07/2010