Los palestinos temen el contagio de la revuelta.
Las autoridades palestinas, como el resto de los Gobiernos árabes de la zona, siguen muy de cerca los acontecimientos de Egipto. Temen que el fervor popular se traslade a los depauperados territorios palestinos, en los que los ciudadanos acumulan frustración desde hace décadas. Mientras en Gaza el Gobierno de Hamas ha reprimido una protesta de solidaridad con Egipto, la Autoridad Palestina ha anunciado la convocatoria de elecciones municipales para la primavera que viene. Con esta medida, el Gobierno de Ramalah aspira a silenciar las voces de los que no reconocen la legitimidad de un Ejecutivo caducado desde el punto de vista electoral y desprestigiado tras la publicación de los llamados papeles palestinos.
"El Gabinete reafirma su compromiso de celebrar elecciones como establece la ley y lo más pronto posible". Fuentes oficiales palestinas estimaron que podrían celebrarse en mayo o junio que viene. Conflictos internos en Fatah, el partido del presidente palestino, Mahmud Abbas, han retrasado mes tras mes unas elecciones que en cualquier caso cuentan con el boicoteo de Hamas, el movimiento islamista que gobierna en Gaza. Así lo reiteró Hamas ayer en un comunicado en el que consideró "ilegítimo" el Gobierno de Ramalah y en el que estimó que no se daban las circunstancias para celebrar los comicios. Los palestinos no han acudido a las urnas desde el año 2006. Cuatro años más tarde, en 2009, el mandato del presidente Abbas expiró oficialmente. La Autoridad Palestina ha seguido sin embargo al frente del Gobierno de Ramalah.
Pero pese a que, a corto plazo, la Autoridad Palestina pueda albergar temores a algún tipo de sublevación popular, -sobre todo después de que el llamado Wikileaks palestino minara la escasa credibilidad del Gobierno-, a medio o largo plazo, un cambio de Gobierno en Egipto podría suponer buenas noticias para los palestinos. Analistas y políticos palestinos estimaron que si Israel pierde amigos en la zona como el régimen de Mubarak, la presión para firmar un eventual acuerdo de paz aumentaría.
Un cambio de Gobierno en Egipto también podría beneficiar al Gobierno de Hamas en Gaza. El embargo israelí sobre la franja, que dura ya más de tres años y que impide la libre circulación de personas y mercancías, ha sido hasta ahora posible solo gracias a la cooperación egipcia. El Gobierno de Mubarak ha ejecutado las órdenes israelíes, al mantener su frontera con Gaza cerrada, contribuyendo a asfixiar al Gobierno islamista, heredero de los opositores Hermanos Musulmanes egipcios.
Apoyar las aspiraciones de los manifestantes no ha impedido sin embargo al Gobierno de Hamas reprimir cualquier atisbo de expresión popular. Con la disolución por la fuerza de una concentración a favor de los egipcios esta semana, los gobernantes islamistas han dejado claro que no piensan permitir ninguna iniciativa ciudadana susceptible de derivar en una pérdida del absoluto control que ejerce sobre los ciudadanos de la Franja. Al menos dos páginas de Facebook frecuentadas por jóvenes de Gaza animan estos días a que cunda el ejemplo de los manifestantes egipcios, pero esta vez en la Franja.
Asma al Ghoul, una conocida bloguera que participó en la concentración en una plaza céntrica de la ciudad de Gaza, acabó detenida y apaleada en comisaría, según cuenta por teléfono. "Nos detuvieron a seis chicas y tres chicos. A mí me acusaron de ser la organizadora y me pegaron en la cara y en la cabeza", relata la joven. "Nos han advertido de que nos volverán a detener si intentamos manifestarnos de nuevo".
Human Rights Watch, la organización de defensa de los derechos humanos con sede en Nueva York, emitió un comunicado en el que indicó que "las autoridades de Hamas deben dejar de interferir arbitrariamente en manifestaciones relacionadas con Egipto o con cualquier otro tema".
Fuente: Ana Carbajosa desde Amman para El País 03.02.2011