El nuevo Gobierno de coalición tunecino afrontó el martes su primer problema, cuando cuatro ministros dimitieron y un partido opositor amenazó con retirarse en protesta por la presencia de miembros del partido del derrocado presidente.
El primer ministro, Mohamed Ganuchi, incluyó a líderes opositores en la coalición formada el lunes después de que el presidente Zine al Abidine Ben Ali huyera a Arabia Saudí tras semanas de protestas callejeras. Pero figuras clave de la vieja guardia mantuvieron sus puestos, irritando a muchos.
La policía en la capital lanzó en repetidas ocasiones gases lacrimógenos intentando dispersar una protesta de varios cientos de partidarios de la oposición y sindicalistas que calificaron al nuevo gobierno de "artificial". Los manifestantes se desperdigaban, pero a continuación volvían a reagruparse para continuar con la protesta.
Varios cientos de personas también protestaron contra el nuevo gobierno en Monastir, en el sur de Túnez.
Abid al-Briki, del sindicato UGTT, dijo a la televisión estatal tunecina que sus tres ministros se reiterarían del gobierno porque éste contaba con miembros del partido RCD del ex líder.
"Esto es en respuesta a las demandas de la gente en las calles", dijo Briki.
Los ministros, que obtuvieron puestos menores dentro del gabinete, son Husine Dimasi, que estaba destinado a la cartera de Empleo y Formación, y dos ministros de Estado, Abdeljelil Bedui y Anuar Ben Guedur.
Además, el partido de Mustafa Ben Jaafar, que había sido nombrado ministro de Sanidad, también anunció su cese en protesta por la presencia en el gobierno de integrantes del RCD.
"Ha dimitido en protesta por estos elementos del partido gobernante", dijo a Reuters el alto cargo del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades Hedi Redaui.
El partido opositor Ettajdid abandonará la coalición si los ministros del partido RCD no dejan la formación y devuelven al estado todas las propiedades que obtuvieron a través del mismo, dijo la televisión estatal.
El líder de Ettajdid Ahmed Ibrahim fue nombrado ministro de educación superior en el gabinete interino.
En las calles, los manifestantes insistían en que los ministros que habían ejercido bajo el mandato de Ben Ali no tenían hueco en el Gobierno.
"El nuevo Gobierno es artificial. Es un insulto a la revolución que se ha cobrado vidas y sangre", dijo el estudiante Ahmed al Haji.
"El problema en el seno del Gobierno interino es que tiene una serie de ministros del antiguo gobierno", dijo el manifestante Sami bin Hassan.
El primer ministro, Mohamed Ganuchi, incluyó a líderes opositores en la coalición formada el lunes después de que el presidente Zine al Abidine Ben Ali huyera a Arabia Saudí tras semanas de protestas callejeras. Pero figuras clave de la vieja guardia mantuvieron sus puestos, irritando a muchos.
La policía en la capital lanzó en repetidas ocasiones gases lacrimógenos intentando dispersar una protesta de varios cientos de partidarios de la oposición y sindicalistas que calificaron al nuevo gobierno de "artificial". Los manifestantes se desperdigaban, pero a continuación volvían a reagruparse para continuar con la protesta.
Varios cientos de personas también protestaron contra el nuevo gobierno en Monastir, en el sur de Túnez.
Abid al-Briki, del sindicato UGTT, dijo a la televisión estatal tunecina que sus tres ministros se reiterarían del gobierno porque éste contaba con miembros del partido RCD del ex líder.
"Esto es en respuesta a las demandas de la gente en las calles", dijo Briki.
Los ministros, que obtuvieron puestos menores dentro del gabinete, son Husine Dimasi, que estaba destinado a la cartera de Empleo y Formación, y dos ministros de Estado, Abdeljelil Bedui y Anuar Ben Guedur.
Además, el partido de Mustafa Ben Jaafar, que había sido nombrado ministro de Sanidad, también anunció su cese en protesta por la presencia en el gobierno de integrantes del RCD.
"Ha dimitido en protesta por estos elementos del partido gobernante", dijo a Reuters el alto cargo del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades Hedi Redaui.
El partido opositor Ettajdid abandonará la coalición si los ministros del partido RCD no dejan la formación y devuelven al estado todas las propiedades que obtuvieron a través del mismo, dijo la televisión estatal.
El líder de Ettajdid Ahmed Ibrahim fue nombrado ministro de educación superior en el gabinete interino.
En las calles, los manifestantes insistían en que los ministros que habían ejercido bajo el mandato de Ben Ali no tenían hueco en el Gobierno.
"El nuevo Gobierno es artificial. Es un insulto a la revolución que se ha cobrado vidas y sangre", dijo el estudiante Ahmed al Haji.
"El problema en el seno del Gobierno interino es que tiene una serie de ministros del antiguo gobierno", dijo el manifestante Sami bin Hassan.
Prometen reformas.
Ganuchi defendió a su Gobierno, diciendo que había conservado a algunos ministros porque eran necesarios en los preparativos para las elecciones, previstas en los próximos dos meses.
"Hemos tratado de aunar una mezcla que tenga en cuenta las diferentes fuerzas en el país para crear las condiciones para ser capaces de iniciar las reformas", dijo Ganuchi a la cadena de radio Europe 1.
Ganuchi rechazó las sugerencias de que la "dictadura" de Ben Ali continuaría bajo una nueva apariencia.
Su ministro de Exteriores, Kamel Morjane, dijo, durante una visita a Egipto, que el gobierno interino respondería a los asuntos que han encolerizado a los manifestantes, como la corrupción, y se prepararía para convocar elecciones.
"Podría ser posible que el próximo gobierno no tenga ningún miembro del antiguo ejecutivo", dijo.
El líder opositor Moncef Marzouki, que vive en París, llegó al aeropuerto de Túnez donde fue recibido por unos 200 partidarios.
"La revolución debe continuar", dijo Marzouki, que se exilió tras ser acosado por los servicios de inteligencia de Ben Ali.
Las semanas de protestas contra la pobreza y el desempleo en Túnez que obligaron a la salida de Ben Ali sacudieron a todo el mundo árabe, cuyos líderes autocráticos encabezan gobiernos igualmente represivos.
El martes, se escucharon disparos esporádicos en diferentes partes de la capital pero mucho menos que en las noches anteriores.
Un periodista de Reuters en el suburbio Ariana de Túnez dijo que se estaban organizando grupos vecinales para limpiar los daños causados tras varios días sin ley.
Fuente: Reuters 18.01.2011