El presidente de Yemen, herido leve en un ataque a su palacio.
El presidente yemení, Ali Abdulá Saleh, ha resultado herido leve en el bombardeo de su palacio en Saná en el que resultaron heridos su primer ministro y otros altos cargos, dijo un diplomático occidental en el país del golfo Pérsico.
La capital yemení era escenario de violentos enfrentamientos y sus habitantes se escondían en sus hogares mientras la ciudad era sacudida por explosiones.
El primer ministro, el viceprimer ministro, el presidente del Parlamento y otros cargos importantes resultaron heridos en el ataque, del que el Gobierno ha responsabilizado a tribus lideradas por la familia Al Ahmar, que ha apoyado las protestas que piden el final del mandato de Saleh desde hace meses, agregó. Además, cuatro guardias habrían muerto.
Un líder tribal negó cualquier vinculación con el ataque, después de que fuerzas leales al presidente bombardearon las viviendas de los líderes de una poderosa federación tribal que dirige los combates callejeros en la capital, Saná, dijeron fuentes de seguridad a Reuters.
"El presidente está bien y va a dar un mensaje al pueblo en una hora. Hay algunas heridas leves entre los funcionarios", declaró a Reuters el viceministro de Información, Abdu al Janadi.
Un canal de televisión de la oposición yemení, Suhail, informó anteriormente de que Saleh había muerto en el ataque.
Esta semana Yemen se ha acercado peligrosamente a una guerra civil, con combates entre las fuerzas de la confederación tribal Hashed y las tropas aún leales a Saleh en la capital y el resto del país.
Más de 370 personas han muerto, al menos 155 de ellas en los últimos 10 días, desde enero, cuando estalló un levantamiento para poner fin a los casi 33 años en el poder de Saleh.
Antes del ataque al palacio, la oposición yemení desfiló por Saná con los ataúdes de 50 fallecidos que, dijeron, murieron en enfrentamientos con las fuerzas de Saleh.
Los combates se extendieron por primera vez a la zona sur de la ciudad, un área controlada por fuerzas leales a Saleh, lo que indicaría un posible punto de inflexión en el conflicto. También se escucharon explosiones en la sureña ciudad de Taiz, donde Naciones Unidas dijo que está investigando unas noticias de 50 muertos desde el domingo.
Dos policías murieron en un ataque con una granada impulsada por cohete, dijeron responsables médicos, después de que las fuerzas de seguridad dispararan tiros de advertencia contra manifestantes que se congregaron para las oraciones del viernes.
Las preocupaciones aumentan en Yemen, donde se ha establecido una rama de Al Qaeda conocida como AQAP y que es vecino del mayor exportador de petróleo del mundo, Arabia Saudí, temiendo que pueda convertirse en un estado fallido que represente un riesgo para la seguridad y el suministro de petróleo mundial.
En Saná, miles de personas huyeron mientras las fuerzas de seguridad de Saleh combatían con miembros de la poderosa alianza tribal Hashed liderada por Sadeq al-Ahmar en los enfrentamientos más sangrientos desde que comenzaron las manifestaciones a favor de la democracia.
Saleh se ha negado tres veces a firmar un acuerdo de transición mediado por sus vecinos del golfo Pérsico, que contempla su renuncia a cambio de inmunidad judicial. El veterano político se aferra al poder a pesar de la presión internacional para que dimita y la deserción de ministros y líderes militares.
Yemen registra múltiples conflictos, con protestas callejeras entre grupos tribales y fuerzas de Saleh en Saná, levantamientos populares en todo el país y combates contra AQAP y otros integristas islámicos que tomaron el control de la ciudad costera de Zinjibar.
El secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo, Abdulatif al Zayani, pidió a todas las partes que cesen la violencia, asegurando que ninguna de ellas saldrá beneficiada. El organismo regional está tratando de mediar en un acuerdo de transición de poder.
Fuente: Reuters 3 de junio de 2011