martes, 23 de noviembre de 2010

Se acrecienta la tensión entre las dos Coreas por el bombardeo sobre una base militar surcoreana en la isla de Yeonpyeong.

Corea del Norte dispara al Sur en el peor ataque en décadas.

Corea del Norte bombardeó el martes con artillería sobre una isla surcoreana, causando la muerte a dos soldados en uno de los peores ataques contra su vecino desde el final de la Guerra de Corea en 1953.
La andanada, que generó una respuesta armada de Corea del Sur y el envío de un caza de combate al área, tuvo lugar cerca de una disputada frontera marítima en el oeste de la dividida península, escenario de mortales enfrentamientos en el pasado.
Seúl realizaba unas maniobras militares en la zona en ese momento pero dijo que no estaba disparando contra su vecino del norte.
El ataque se produjo después de que el fin de semana se publicara que Pyongyang está desarrollando rápidamente otra fuente de material para fabricar bombas atómicas.y de que analistas dijeran que el Norte podría estar nuevamente desarrollando una estrategia de provocación calculada para obtener concesiones económicas de la comunidad internacional.
También ocurre tras las maniobras del líder norcoreano Kim Jong-il para presuntamente convertir a su hijo más joven en su heredero, llevando a algunos analistas a cuestionar si el bombardeo pudo en parte haber sido un intento por impulsar la imagen de la familia gobernante en las fuerzas armadas.
"Casas y montañas están en llamas y la gente está siendo evacuada. No se puede ver muy bien por las columnas de humo", dijo un testigo en la isla al canal de televisión YTN antes de que terminara el bombardeo, que duró cerca de una hora.
YTN dijo que al menos 200 proyectiles norcoreanos golpearon Yeonpyeong, que se encuentra frente a la costa oeste de la dividida península cerca de una frontera marítima disputada. La mayoría cayó sobre una base militar.
Fotografías de la isla Yeongyeong, 120 kilómetros al oeste de Seúl, mostraron columnas de humo elevándose desde edificios. Dos soldados murieron en el ataque y otros 17 resultaron heridos. Tres civiles también resultaron heridos.

Impacto del ataque.

Las noticias del ataque sacudieron los mercados globales, ya afectados por las preocupaciones sobre la deuda de Irlanda y un cambio a activos de menos riesgo.
Los expertos dicen que durante décadas los dirigentes coreanos han ejecutado un juego cuidadosamente calculado de provocaciones para ganar concesiones de la comunidad internacional e impresionar a su propio Ejército. El riesgo es que esa transición de líderes haya afectado el equilibrio y que los eventos se salgan de control.
El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, quien ha seguido una postura dura con Corea del Norte desde que asumió el poder hace casi tres años, dijo que atacar a los civiles es "imperdonable" y que castigarían contundentemente cualquier agresión de Pyongyang. Pero no sugirió que Seúl vaya a adoptar más represalias, con lo que parecería optar por una respuesta moderada con la que evitar que la situación se salga de control.
Pyongyang tiene desplegada artillería de gran calibre apuntando a Seúl que podría diezmar un área urbana donde viven unas 25 millones de personas y causar grandes daños a su economía de un billón de dólares.
Técnicamente ambas Coreas siguen en guerra, puesto que el conflicto bélico terminó sólo con una tregua, y la tensión aumentó drásticamente a principios de este año después de que Seúl acusara a Corea del Norte de torpedear a uno de sus barcos, provocando la muerte de 46 marineros.
Sobre los ataques del martes, Corea del Norte dijo que su rico vecino comenzó los disparos.
"A pesar de nuestras repetidas advertencias, Corea del Sur lanzó docenas de proyectiles desde la 1 p.m. (...) y hemos tomado una acción militar inmediatamente", dijo la agencia de noticias oficial de Corea del Norte KCNA en un breve comunicado.
Corea del Sur dijo que realizaba maniobras militares en el área pero que había disparado al oeste y no hacia el norte.
La Casa Blanca condenó el ataque, exhortando a Pyongyang a detener su "acción beligerante" y señalando que Estados Unidos está comprometido con la defensa de Corea del Sur, donde tiene unos 28.000 soldados frente a cerca de un millón de soldados norcoreanos, uno de los mayores Ejércitos del mundo.
Stephen Bosworth, enviado estadounidense a Corea del Norte quien se encontraba en Pekín para sostener conversaciones, dijo que todas las partes concordaban en que se precisaba compostura.
"Ambos compartimos la opinión de que dicho conflicto es muy indeseable y les expresé el deseo de que todas las partes muestren moderación y creo que estamos de acuerdo en eso", dijo a la prensa.
China, el único aliado que tiene la empobrecida Corea del Norte, fue cautelosa para evitar tomar partido por alguna de las partes, instando a ambas Coreas a "hacer más para contribuir a la paz".
Una fuente diplomática francesa dijo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocará una reunión de emergencia en uno o dos días para evaluar la actuación de Corea del Norte, sobre la que impuso fuertes sanciones económicas por pruebas anteriores de misiles y nucleares.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dijo que la última escalada en las tensiones representaba un "peligro colosal".

Fuente: Reuters 23 de noviembre de 2010 desde Incheon, Corea del Sur.